miércoles, 17 de mayo de 2017Noticias, Notas de Prensa

CNAE juzga inevitable el colapso del examen de conducir en bastantes jefaturas

La Confederación Nacional de Autoescuelas teme que el grave déficit de examinadores de la DGT afecte a centenares de miles de aspirantes al permiso de conducir durante el verano que se aproxima.

Comunidades autónomas enteras, como las de Baleares, Cataluña, Madrid y Valencia, que ya soportan considerables retrasos en las pruebas de circulación, verán agravarse sus problemas con la llegada de la temporada alta. Las jefaturas de dichas provincias dan cobertura al 48% de la población del país.

Por desgracia, la comparecencia del director general de Tráfico, Gregorio Serrano, ante la Comisión de Seguridad Vial del Congreso, que tuvo lugar el 10 de mayo, no sirvió, en opinión de CNAE, para despejar el pesimismo en torno a la pronta resolución de este problema.

Al revés. Serrano dijo, por ejemplo, que hacían falta 170 examinadores, cuando la Confederación estima que el déficit de funcionarios supera los 300. La DGT no parece haber incluido en sus cálculos las jubilaciones de examinadores a lo largo del próximo año y medio (más de 70).

No hay tiempo material

El director general traspasó la responsabilidad (la patata caliente) a la Dirección General de la Función Pública, con la que afirmó estar negociando la creación de una escala técnica para los examinadores de Tráfico y la convocatoria de una oposición abierta para cubrir las plazas vacantes. (Hasta el presente se ha hecho mediante concursos dentro de la propia Administración, un método que parece agotado, dado el escaso atractivo del puesto para los funcionarios de otras áreas).

Aun en el supuesto de que dicha negociación concluyese satisfactoriamente, no habría tiempo material para reforzar de un modo significativo la plantilla de examinadores de la DGT antes del verano.

Una tormenta perfecta

Para colmo de males, la huelga de los examinadores de Tráfico empeora una situación de por sí insostenible. Si el calendario de paros previstos por Asextra se cumple, hasta las jefaturas que, por el momento, no tenían dificultades para examinar a los aspirantes a conductores comenzarán a sufrir retrasos importantes en las pruebas de circulación.

En palabras del presidente de CNAE, José Miguel Báez, estamos ante una “tormenta perfecta; los ciudadanos y las autoescuelas somos rehenes de un conflicto que nada tiene que ver con nosotros. Es increíble que un servicio de exámenes por el que cada alumno paga por adelantado como mínimo 90,30 euros no sirva para satisfacer la demanda de pruebas. ¿Qué van a hacer las personas que necesitan el carné para encontrar un trabajo o para opositar, ahora que el Estado parece dispuesto, por primera vez en bastantes años, a sacar una nueva oferta de empleo público?".

CNAE sostiene, además, que peligran la supervivencia de centenares de centros de Formación Vial y el trabajo de miles de profesionales del sector de las autoescuelas.

(Prueba de motos en circuito cerrado. Écija, Sevilla.)