miércoles, 12 de junio de 2019Noticias, Notas de Prensa

CNAE pedirá al nuevo Gobierno que apruebe cuanto antes la formación vial presencial

Para la Confederación Nacional de Autoescuelas, sin concienciación sobre los factores de riesgo no hay conductores seguros.

Los recientes y terribles accidentes de Vigo y Utrera, que han segado la vida de cinco jóvenes, entre ellos el futbolista José Antonio Reyes, deberían, a juicio de CNAE, mover a la reflexión sobre la formación que estamos dando a los aspirantes a conductores, buena en muchos aspectos, pero deficiente en otros.

«No están fallando las habilidades o las aptitudes, y los infractores conocen las principales normas y señales de Tráfico, como las que prohíben ingerir bebidas alcohólicas cuando se va a conducir o ir a una velocidad superior a la que permite la vía. Lo que está fallando es la percepción del riesgo. Hay que trabajar de un modo específico la concienciación», señala el presidente de CNAE, José Miguel Báez.

«No acabaremos con los excesos de velocidad, el consumo de alcohol y estupefacientes ligado a la conducción o el uso del móvil a los mandos del vehículo mediante exhortaciones al buen comportamiento o insistiendo en lo estipulado por la normativa vigente. Hace falta demostrar al conductor (y con mayor motivo al aspirante a un permiso) por qué son peligrosas determinadas conductas; es importante que lo vea con sus propios ojos. Lo peor que te puede pasar no es la multa o perder puntos, sino causar un accidente o sufrirlo», recalca el máximo responsable de la Confederación.

«El joven es optimista por naturaleza y confía mucho en su destreza; a menudo se siente invulnerable. Hay que enseñarle, usando la reflexión y las emociones y con la ayuda de las tecnologías más modernas (las aplicaciones de realidad virtual, los simuladores de vuelco o de impacto, etc.), que la prudencia en la carretera es un valor esencial. Dicha tarea sólo puede desempeñarla el profesor de la autoescuela en el aula. Por eso pediremos a la nueva Administración que implante, sin perder un momento, la formación presencial; insisto, se trata de concienciar a los aspirantes a conductores sobre los factores de riesgo», concluye Báez.