Alarma en las autoescuelas, amenazadas de cierres y despidos por la falta de examinadores

Alarma en las autoescuelas, amenazadas de cierres y despidos por la falta de examinadores

El déficit de examinadores de Tráfico ha disparado las alarmas en el sector. Las autoescuelas temen que este verano dicho déficit produzca el colapso del sistema de Formación Vial en España, con el consiguiente cierre de empresas y el despido de miles de trabajadores.

La actual plantilla de examinadores de la Dirección General de Tráfico (DGT), congelada durante los últimos cinco años, ha experimentado una merma considerable, debido a las jubilaciones, hasta el extremo de que el sistema de obtención del permiso de conducir está sufriendo retrasos que bloquean la actividad de las autoescuelas.
 
La situación es especialmente grave en doce Jefaturas Provinciales de Tráfico, que aportan el 48% de los permisos expedidos en España (Alicante, Baleares, Barcelona, Ciudad Real, Cuenca, Girona, La Rioja, Lleida, Madrid, Navarra, Tarragona y Valencia), en las que llegan a acumularse retrasos para realizar el examen de un mes o más, por no mencionar los cambios de fecha de última hora.
 
En algunas de dichas jefaturas, el intervalo de las pruebas es menor, pero se trata de una ilusión óptica ocasionada por el hecho de que las autoescuelas han optado por no presentar a la prueba de circulación a todos los alumnos que podrían.
 
Esta situación provoca interrupciones en los procesos de formación de los alumnos y parones en la actividad de los profesores, lo que genera una pérdida de calidad formativa y pone en riesgo, en primera instancia, el empleo del profesorado, un colectivo integrado por unas 18.000 personas.
 

Se necesitan entre 200 y 300 examinadores más

CNAE considera urgente la ampliación de la actual plantilla de examinadores con la incorporación de, al menos, 213 funcionarios más. Oficialmente, la DGT cuenta con 756 examinadores, pero la Confederación estima que no trabajan más de 619, a causa de las vacaciones y de las bajas de larga duración. En esta última hipótesis, harían falta 324 nuevos examinadores para normalizar el sistema.
 

Entre 600.000 y 900.000 permisos menos al año

Un dato a tener en cuenta es que cada examinador sólo puede hacer diariamente 13 pruebas (11 en el periodo estival), lo que supone que el déficit de exámenes se eleva a casi 600.000 anuales, si basamos el cálculo en las cifras oficiales, y a 900.000, si nos atenemos al déficit real de examinadores.
 

Graves consecuencias sociales

La precariedad del servicio de exámenes de la DGT no sólo perjudica a las autoescuelas y hace que se resienta la calidad la formación impartida; así mismo, tiene consecuencias sociales que en algunos casos son de gravedad.
 
Un ejemplo: los aspirantes a conductores no pueden opositar en las convocatorias de empleo público al carecer del permiso (el Gobierno las ha autorizado de nuevo, tras la superación de la crisis económica).
 
Otro ejemplo: tampoco pueden acceder a trabajos en los que se requiere el permiso de conducción, ni crear una actividad autónoma o una empresa en la que el automóvil sea el principal activo.
 
La Confederación Nacional de Autoescuelas recuerda que el examen de conducir es un servicio que se da al ciudadano y por el que éste paga una tasa de 90 euros. De su normalidad depende la supervivencia de unas 30.000 familias.
 
CNAE exige una solución inmediata a este problema, pues la llegada del verano apremia. “Lo hemos repetido por activa y por pasiva: cuando vuelva la temporada alta y aumente considerablemente la demanda de los permisos de conducir, un número importante de jefaturas sufrirá un colapso en las pruebas de circulación”, afirma el presidente de la CNAE, José Miguel Báez.
 
 (Foto de archivo: centro de exámenes de Móstoles, Madrid.)