Las autoescuelas catalanas claman contra la escasez de examinadores

Las autoescuelas catalanas claman contra la escasez de examinadores


Las cuatro asociaciones provinciales de autoescuelas de la Comunidad Autónoma protagonizaron hoy en Barcelona una marcha lenta frente a la Delegación del Gobierno. En torno a 200 vehículos participaron en la protesta. Al final de la misma, se leyó un manifiesto

Convocada por la Federación Catalana de Autoescuelas (FAC), esta marcha forma parte de una campaña para denunciar la escasez de examinadores de Tráfico que desde hace cinco años perjudica a los ciudadanos y lastra el quehacer de los centros de Formación Vial catalanes. Actualmente, hay unos 50.000 alumnos pendientes de afrontar la prueba de circulación del permiso de conducir y la espera se dilata entre seis y siete meses.
 
Las autoescuelas catalanas piden una solución inmediata a este problema que tiene al borde del cierre a numerosas empresas. Para el  presidente de la FAC, Raül Viladrich, dicha solución pasa por «destinar más examinadores a Cataluña».  
 
El sector destaca el espíritu abierto y dialogante del actual director general de Tráfico, Pere Navarro, y lamenta que la Delegación del Gobierno no respalde las «reivindicaciones totalmente justas» de los centros de formación vial de Cataluña.
 
Estuvieron presentes en la manifestación las cuatro asociaciones integradas en la FAC:  Lleida, Barcelona, Girona y Tarragona. El subdelegado del Gobierno en Cataluña, Carles Prieto, recibió a una representación de los manifestantes y les comunicó la intención de la Administración de ampliar el número de examinadores. Viladrich confirmó que Prieto se reunirá antes de septiembre con las autoescuelas, los examinadores y representantes de Tráfico. 
 
El 28 de junio la Federación de Autoescuelas de Barcelona (FAB), que preside Teresa Coll, llevó a cabo una protesta similar frente a la Jefatura de Tráfico de Barcelona. El caso de esta provincia es paradigmático de lo que ocurre en el resto de la Comunidad Autónoma, pues de una plantilla de 90 examinadores sólo trabajan diariamente 60, lo cual sitúa al servicio de exámenes al borde del colapso.
 
(Foto: Raül Viladrich, presidente de la FAC.)