miércoles, 29 de noviembre de 2017Noticias

Nos están arruinando y no es una forma de hablar

Nos están arruinando y no es una forma de hablar

En unas duras declaraciones, concedidas al programa Luz de Cruce de la Cadena Cope el lunes pasado, el presidente de CNAE pidió al Gobierno que arregle de una vez la huelga de examinadores y haga viable el servicio de exámenes de la DGT.
 

José Miguel Báez explicó una vez más la postura de la Confederación con respecto a la escasez de examinadores de los permisos de conducir: «Hemos sugerido cuatro alternativas: la primera, que el servicio continúe siendo de titularidad pública, como hasta ahora, pero con funcionarios suficientes; la segunda, que le transfiera las competencias a las Comunidades Autónomas; la tercera, un sistema mixto, público y privado, como el que hay en Portugal desde el año 92, y la cuarta, que lo externalice por completo, como ha sucedido en Alemania, donde las autoridades se limitan a supervisar a la empresa concesionaria.»
 
Con respecto a la huelga de los examinadores, que amaga con entrar en su sexto mes, Báez dijo que la situación es insostenible. «Nos están arruinando, y no es una forma de hablar: tenemos 17.000 profesores; no podemos pagar la seguridad social; nuestros coches están parados… Y las autoescuelas vivimos sobre todo de las clases prácticas. Lo peor de todo es que no vemos el final del túnel.»
 
Preguntado sobre la actuación de la Administración en este conflicto, el máximo responsable de la Confederación dijo: «Sé que el director general de Tráfico [Gregorio Serrano] ha hecho un esfuerzo y no le han dejado arreglar el problema. Le hemos escrito a Rajoy para contarle que hay 30.000 puestos de trabajo en juego, pero se ve que el Gobierno (y no excluyo al ministro del Interior [Juan Ignacio Zoido]) quiere acabar con nosotros. No hay voluntad política de solucionar el problema. El Ejecutivo está haciendo dejación de sus funciones.»
 
Con relación a los servicios mínimos que decretará la DGT, si los paros se extienden a diciembre, Báez explicó que «llegan tarde, ya que se tenían que haber puesto en junio. Vemos bien la medida, aunque algo escasa».
 
Entrevista completa.
 
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