Terceros por la cola en natalidad

Terceros por la cola en natalidad

Según la Oficina Europea de Estadística (EUROSTAT), España posee la tercera tasa de natalidad más baja de la Unión Europea con 8,4 nacimientos por cada 1.000 habitantes, y la sexta más baja de mortalidad, 9 fallecimientos por cada 1.000 habitantes.

La UE registró en 2017 poco más de cinco millones de nacimientos, 90.000 menos que el año anterior, una cifra ligeramente inferior al número de fallecimientos.

Vuelven los inmigrantes

A principios de 2018 había en España 46.659.302 habitantes. La población española creció en el último año, pese al saldo negativo que supusieron los 8,4 nacimientos y 9 fallecimientos por cada 1.000 habitantes, y lo hizo gracias a la inmigración.
 

Norte y Sur

La baja tasa de natalidad española es la misma que la de Portugal y sólo aventaja a las de Italia (7,6) y Grecia (8,2). El sur de Europa comparte este problema.
 
Por el contrario, Irlanda alcanzó la mayor tasa de natalidad de la UE con 12,9 nacimientos por cada 1.000 habitantes, seguida de Suecia (11,5), Reino Unido (11,5) y Francia (11,4). La media comunitaria en 2017 se situó en 9,9. 
 
En el conjunto de la UE hubo 5,1 millones de nacimientos –90.000 menos que en 2016–, una cifra ligeramente inferior al número de fallecimientos, que se situó en 5,3 millones, 134.200 menos que en 2016. 
 

Oeste y Este

España fue, junto con Francia, el sexto país de la UE con menor número de muertes por habitante, con 9 fallecidos por cada 1.000 habitantes. Irlanda encabeza la clasificación de la baja mortalidad con una tasa de 6,3, seguida de Chipre (7), Luxemburgo (7,1), Malta (7,6) y Países Bajos (8,8). 
 
Las tasas de fallecimientos más elevadas se registraron en Bulgaria (15,5 muertes por cada 1.000 habitantes), Letonia (14,8), Lituania (14,2), Hungría (13,5), Rumanía (13,3) y Croacia (12,9), mientras que la media europea se situó el pasado año en los 10,3 fallecidos por cada millar de habitantes. 
 
La población total estimada de la UE a 1 de enero de 2018 era de 512 millones de personas, lo que supone un ligero aumento respecto a un año atrás, donde se contabilizaron 511 millones. Durante 2017, se produjeron más muertes que nacimientos, por lo que el crecimiento vegetativo de la población fue negativo, aunque el saldo migratorio corrigió este efecto.