martes, 9 de octubre de 2018Noticias, Notas de Prensa

Más formación para reducir los accidentes de motocicletas

CNAE invita a reforzar la enseñanza teórica-práctica en las autoescuelas ampliando los contenidos en seguridad vial y juzga que sólo deben impartir dicha enseñanza los profesores de Formación Vial, pues son los únicos que cuentan con el certificado de la DGT.

La Confederación Nacional de Autoescuelas propone una mejora sustantiva de la formación, si se quiere reducir la siniestralidad de motociclistas, ciclistas y peatones, los usuarios más vulnerables. Por ejemplo, el año pasado, según el balance presentado por la DGT, perdieron la vida un total de 260 motoristas, 26 más que en 2016, y las previsiones de aquí a 2020 no son muy halagüeñas.

Para el presidente de CNAE, José Miguel Báez, no hay duda: «La formación es el medio más eficaz para prevenir los accidentes de tráfico graves y reducir la mortalidad en nuestras carreteras. Y la deben impartir los únicos profesionales certificados por la DGT, o sea, los profesores de las autoescuelas».

Báez considera además que «dicha formación ha de ser presencial, si se quiere sensibilizar y dar un buen ejemplo. Educar la percepción del riesgo y lograr que el aspirante a conductor asuma de un modo razonado el porqué de las normas exige un contacto directo en el aula entre el profesor y el alumno».

En relación con estas consideraciones, la Comisión de Seguridad Vial y Movilidad Sostenible está trabajando en una PNL en la que insta al Gobierno a incluir un número mínimo de clases de seguridad vial para superar los exámenes del carné de conducir. «Nos complace comprobar que prácticamente toda la clase política coincide en la necesidad de reforzar la enseñanza de la conducción con un programa mínimo de clases obligatorias», asegura Báez.

Ni pilotaje ni B + 3

Refiriéndose concretamente al problema que supone el repunte de la siniestralidad con las motos, el experto en seguridad vial de la Confederación Nacional de Autoescuelas, Roberto Ramos, advierte: «Mucho cuidado con los cursos de pilotaje que se ofrecen por ahí porque no sirven para evitar este tipo de accidentes. La gente se mata en una motocicleta por ir a una velocidad excesiva, por no utilizar el equipamiento adecuado o por no respetar la distancia de seguridad, etc., y saber hacer trazadas y tumbadas en las curvas no te va a salvar la vida. Al contrario, es posible que induzca en ti una falsa seguridad y te arriesgues más».

Así mismo, CNAE es partidaria de suprimir la norma conocida popularmente como B + 3, en virtud de la cual un conductor con tres años de antigüedad en el permiso B puede conducir sin más requisitos una motocicleta de 125 cc. «Un vehículo de dos ruedas exige una conducción diferente a la de un coche; hace falta una formación específica para subirse a una moto y llegar a manejarla con seguridad», razona Báez.

CNAE sugiere también a las autoridades que introduzcan una prueba de control de aptitudes para conceder el permiso A, que autoriza a conducir las motos más potentes.