No se divisa el fin del conflicto de los examinadores

No se divisa el fin del conflicto de los examinadores

Entre 15.000 y 18.000 alumnos se quedaron sin examinar en la primera semana de la nueva huelga, a los que habría que añadir los 7.000 que no pudieron hacerlo el 2 de junio.

 
Cerca de un 80% de los funcionarios (el 74%, según la DGT) secundó los paros habidos el lunes, el martes y el miércoles. En una veintena de jefaturas provinciales y locales no hubo pruebas de circulación dado que todos los examinadores disponibles hicieron huelga. En otras 16, apenas se registró actividad al respecto.
 
En muy pocos sitios de España los exámenes de conducir se desarrollaron con relativa normalidad durante los tres días mencionados. Se pueden citar los casos verdaderamente excepcionales de Badajoz y Mallorca, donde la huelga apenas tuvo repercusión. Y en Alicante, el paro fue de más a menos, aunque nunca llegó a afectar a más del 27% de los aspirantes a conductores.  
 

Sin acuerdo

El pasado martes hubo una reunión a la que acudieron la DGT y el comité de huelga, en la que el Organismo puso sobre la mesa la posibilidad de que personal del Ejército y la Marina engrose la plantilla de examinadores de Tráfico, y prometió sopesar la inclusión en los presupuestos de 2018 de la escala técnica que reclaman los examinadores. Éstos rechazaron la oferta por hallarla insuficiente.
 
Así las cosas, los paros se reanudarán el próximo lunes, y si nada cambia, continuarán hasta finales de julio, bajo la modalidad de concentrar la huelga en los tres primeros días de cada semana.

Sin embargo, los convocantes auguran un otoño caliente, si la DGT no cumple lo pactado en 2015. Como se recordará, hace dos años, la Dirección General de Tráfico asumió las principales reivindicaciones de los examinadores, entre ellas, un complemento específico de unos 200 euros al mes y la creación de una escala técnica para el cuerpo, sin que tal asunción se haya materializado en hechos concretos. 
 

La amenaza del colapso

La Confederación Nacional de Autoescuelas (CNAE) ha expresado reiteradamente su preocupación por el tapón de alumnos sin examinar que se está creando y que agravará los problemas derivados de la escasez de funcionarios.

CNAE entiende que el atasco a partir de septiembre puede ser monumental, máxime cuando el servicio de la DGT continuará perdiendo efectivos un año más (se incorporarán 20 nuevos examinadores, pero se jubilarán 70 a lo largo del ejercicio).
 
La Confederación considera que los ciudadanos y las autoescuelas están pagando un precio muy alto por un conflicto que era fácilmente evitable.  
 
(Foto de archivo: vehículo de autoescuela circula por el exterior del centro de exámenes de Móstoles, Madrid.)