"Sin enseñanza presencial, morirá más gente en la carretera"

"Sin enseñanza presencial, morirá más gente en la carretera"
 

Ante el anuncio hecho martes por el director general de Tráfico, Pere Navarro, de que se había retirado del proyecto de reforma del Reglamento de Conductores lo referido a las ocho horas de enseñanza presencial obligatoria para los aspirantes al permiso de conducir, CNAE hizo pública su defensa de este tipo de formación mediante una nota enviada a los medios de comunicación.

 

Tras el decreto del estado de alarma, los más de 8.000 centros de formación vial acreditados en España se vieron obligados a suspender las clases, tanto en el aula como en los vehículos. Ante la paralización de la actividad docente, la Confederación Nacional de Autoescuelas (CNAE) puso a disposición de las autoescuelas un aula virtual, al objeto de que sus alumnos tuvieran la oportunidad de continuar repasando. «Siempre hemos tomado la tele-formación como un complemento para nuestros alumnos; de hecho, la mayoría de autoescuelas ya la tenían incorporada a sus servicios.

»El aula virtual es una medida extraordinaria y circunstancial, que también han tomado otras instituciones de la Enseñanza, como las universidades y los colegios. Sirve para que los aspirantes a conductores no olviden lo aprendido: cuando volvamos a la normalidad el aula presencial recuperará su papel», explica Enrique Lorca, presidente de CNAE.

Conocimientos y valores

El máximo responsable de la Confederación distingue en la enseñanza de la conducción entre los contenidos puramente cognitivos y todo lo relacionado con la adquisición de comportamientos y hábitos al volante. «Para el aprendizaje de normas o señales de circulación puede ser útil la formación a distancia, siempre que sea impartida por un profesional cualificado, pero la actitud prudente a los mandos de un vehículo y los valores que pacifican el tráfico y salvan vidas en la carretera requieren la formación presencial. Si acabamos con esta, la seguridad vial se resentirá y morirá más gente en la carretera».
 

Comportamientos adecuados

Según los datos de la Dirección General de Tráfico (DGT), el 20% de los fallecidos por accidentes en vías interurbanas en 2019 no llevaba puesto el cinturón. Para Lorca, la necesidad del uso del cinturón es un conocimiento obvio, que la inmensa mayoría de los ciudadanos posee, pero que no todos ponen en práctica. «Esa diferencia entre transmitir conocimientos y adquirir un comportamiento adecuado es la que justifica la formación presencial; se trata de prevenir accidentes para salvar vidas».
 

Ineludible

Entre los contenidos de la formación de conductores, que deben ser esencialmente presenciales, el presidente de CNAE señala aquellos que previenen los factores de riesgo causantes del mayor número de accidentes y sin duda de los más graves: el consumo de alcohol y drogas, las distracciones, el exceso de velocidad...

También es ineludible la clase presencial para impartir Primeros Auxilios y para ofrecer al alumno la prueba material de lo explicado. «Es imposible, por ejemplo, hacer desde casa una Reanimación Cardiopulmonar (RCP), o comprobar a través de un simulador de vuelco lo importante que es llevar el cinturón de seguridad bien abrochado, así como emplear las gafas que simulan los efectos de haber ingerido alcohol y/o drogas.

»Además, compartir un mismo espacio físico favorece la reflexión conjunta, el diálogo, la interacción, las dinámicas de grupo. Lo repito: en el aula se puede disponer de maniquíes para practicar los Primeros Auxilios y utilizar técnicas y recursos pedagógicos que permiten que los comportamientos aprendidos perduren en el tiempo, como afirman los expertos», insiste Lorca.
 

Europa opta por la clase presencial

La importancia de la formación presencial en la adquisición de comportamientos y hábitos ha sido puesta de relieve por distintas investigaciones y estudios científicos, como los elaborados por la Universidad de Valencia y la Universidad de Groninga (Holanda).

Los beneficios de una correcta formación vial presencial no se discuten en la mayoría de países de nuestro entorno. De hecho, el 80% de las naciones europeas la tiene. Asimismo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha recomendado profundizar en la formación, si se quiere prevenir la siniestralidad, al ser el factor humano el más determinante por lo que respecta a los accidentes de tráfico. 

«Afortunadamente, en la última década la evolución tecnológica de los vehículos ha sido impresionante, con lo que se ha reducido considerablemente el número de siniestros por causa técnica, pero, para poner fin a los debidos al factor humano, hace falta una sensibilización óptima, lo que requiere el contacto estrecho entre profesores y alumnos», concluye Enrique Lorca.

(Foto de archivo: Enrique Lorca, presidente de CNAE.)