«Es un error permitir que personas que no saben ni montar en bicicleta se pongan a manejar una moto»

El vicepresidente de CNAE Sergio Olivera ha intervenido en las «charlas moteras» de Motoclub Mapfre. He aquí un resumen de sus palabras:

«La moto y el ciclomotor son una gran solución para la movilidad sostenible. Las ventajas son evidentes, sobre todo en los grandes centros urbanos: un acceso más rápido a los destinos, una mayor fluidez en los desplazamientos, una menor contaminación (no digamos, si se trata de motos y ciclomotores eléctricos). Además, permiten la optimización del espacio disponible en los estacionamientos.

»¿Sería interesante que las Administraciones hicieran más por las motos? Por supuesto, pero es justo reconocer que las corporaciones locales están impulsando el uso de vehículos de dos ruedas con motor o sin él. Lo cual es lógico porque se juegan la movilidad en sus urbes. No es raro que en las ciudades haya irrumpido con fuerza el motosharing, que permite el alquiler por horas, incluso minutos. 

»Ahora bien, hay que mejorar en lo tocante a la seguridad porque las cifras de siniestros mortales con motocicletas siguen siendo muy preocupantes. Y dicha mejora se consigue con buenas infraestructuras, con modernos elementos de seguridad pasiva y activa en los vehículos, etc., pero, sobre todo, con una buena formación y con un examen apropiado.    

»Estoy convencido de la relación directa entre la seguridad y la calidad de la formación que reciben los motoristas. Es más, una buena formación estimula la concienciación y la sensibilización de los conductores de motocicletas, pero también de los otros usuarios con respecto a aquellos.

»La posibilidad de conducir en moto con una antigüedad de tres años en el permiso B habrá fomentado su uso, no lo niego, pero es algo a lo que la Confederación Nacional de Autoescuelas se opone sin ningún género de dudas porque no tiene nada que ver la conducción del turismo con la de la motocicleta. Los comportamientos de los vehículos difieren enormemente. Es un error permitir que personas que no saben ni montar en bicicleta se pongan a manejar una moto. No tiene ni pies ni cabeza. 

»CNAE defiende cambios profundos en los exámenes. Lo más importante no es aprobar y a otra cosa, sino conocer el porqué de la norma, para poder interiorizarla y cumplirla. Los actuales exámenes teóricos son de tipo test y admiten un aprendizaje puramente memorístico. Es fácil recordar que en poblados la velocidad en una vía con un solo carril no debe exceder los 30 km/h. Pero ¿por qué? Pues porque los peatones pueden cruzar en cualquier instante y a esa velocidad se suele frenar a tiempo de evitar el atropello. 

»Nadie ignora que no se puede conducir un turismo sin llevar puesto y correctamente abrochado el cinturón de seguridad, pero año tras año una cantidad significativa de fallecidos en un siniestro vial no lo llevan puesto. ¿Qué falta? Concienciación. 

»Por eso hay que Incluir vídeos de percepción de riesgo en los exámenes teóricos de los permisos. Y también establecer en la enseñanza de la conducción unos módulos de concienciación y sensibilización vial obligatorios donde se desarrolle la capacidad para comprender las normas y la empatía hacia los demás usuarios.  

»Así mismo, debemos dar un paso adelante en el examen práctico. En apenas la media hora que dura la prueba, muchas veces no hay tiempo para circular más que por un entorno urbano, sin que se pueda salir a las carreteras convencionales, que son las más peligrosas. Pero aunque sea imposible trasladar el examen a este tipo de vías, al menos debe existir una formación obligatoria que familiarice al aspirante a conductor con dichas carreteras, también llamadas “secundarias”, las cuales tendrá que frecuentar, cuando haya obtenido el permiso. 

»Hemos planteado muchas veces la necesidad del reciclaje de los conductores, porque las normativas cambian, las tecnologías de los vehículos evolucionan, etc. Para los que se dedican al transporte de mercancías con vehículos pesados, ya existe dicho reciclaje: es el CAP de formación continua. Hágase algo parecido para el resto de los conductores, aprovechando, por ejemplo, la renovación del permiso. Lo que no podemos permitirnos es la inacción porque los datos de la siniestralidad vial indican que las cosas distan mucho de ir bien».