La falta de examinadores de Tráfico es incompresible e inaceptable

La falta de examinadores de Tráfico es incompresible e inaceptable


Hay una bolsa de más de 300.000 aspirantes a conductores pendientes de afrontar la prueba de circulación. La Administración está dando la espalda a hombres y mujeres que tienen derecho a trasladarse a su puesto de trabajo y no tienen otro medio que un vehículo, que necesitan el carné para presentarse a unas oposiciones, que ven disminuidas sus opciones laborales o de ocio sin el permiso.


La Confederación Nacional de Autoescuelas ha advertido al Gobierno de que hay 12 provincias en las que la situación es caótica porque no se dota a la plantilla de la DGT de suficientes efectivos para que ésta ofrezca un servicio de exámenes de conducir digno. Ni se permite al Organismo librar fondos para pagar las horas extras de los examinadores (pese a las reiteradas promesas al efecto). Con ello demuestra su incapacidad para resolver un problema que se ha vuelto crónico por culpa de la incomprensible e inaudita pasividad de las autoridades.

CNAE no pide que aumente el gasto público, sino la inversión pública. Porque el servicio de exámenes de Tráfico es muy rentable y deja unos beneficios suculentos en las arcas del Estado. Cuidarlo sería una operación ganadora para todos: los ciudadanos, las autoescuelas y la Administración; en definitiva, para el país.

 
El dinero que se pudiera invertir –insistimos– en pagar horas extras, en incorporar a la plantilla de la DGT a 50 examinadores itinerantes y en cubrir 125 plazas para nuevos examinadores (sólo enunciamos las necesidades urgentes), se recuperaría con creces con las tasas de examen.
 

Señores de la Administración, por enésima vez: sean ustedes sensibles a las demandas de los ciudadanos, del país real, de las personas que tienen derecho a examinarse y no pueden hacerlo y de las autoescuelas que las forman.  

 
(Foto: vista parcial del centro de exámenes de Móstoles, Madrid.)