El Gobierno da por bueno que las autoescuelas y sus alumnos pierdan lastimosamente el verano

El Gobierno da por bueno que las autoescuelas y sus alumnos pierdan lastimosamente el verano

En un nuevo comunicado, CNAE critica la inacción del Ejecutivo y las optimistas previsiones de la DGT

Para el presidente de la Confederación Nacional de Autoescuelas, José Miguel Báez, «la pasividad de la Administración está condenando a decenas de miles de ciudadanos a no sacarse el permiso de conducir cuando tenían previsto; es inconcebible que el Gobierno haya decidido esperar a que la huelga de los examinadores se agote por sí sola».
 
«Tal actitud –denuncia Báez– traslada el coste social y económico de la huelga a los ciudadanos y a los centros de Formación Vial. Los primeros no pueden obtener un permiso al que tienen derecho y los segundos se arruinan, mientras la DGT y los examinadores mantienen su particular pulso. Están desapareciendo autoescuelas ante la indiferencia de la Administración».
 
Y añade: «Las autoridades han desoído las recomendaciones de toda la oposición, que les pidió el 18 de este mes en el Congreso una fórmula urgente que permitiera a los examinadores desconvocar los paros. El Gobierno se contentó con anunciar servicios mínimos a partir de septiembre, si el conflicto continúa».
 

Ninguna mejora a corto plazo

Por otro lado, el director general de Tráfico prometió el 18 de julio ante la Comisión de Seguridad Vial que dentro de año y medio habrá 100 examinadores más en la plantilla de la DGT.
 
Para el máximo responsable de CNAE, «las previsiones de Gregorio Serrano tienen un inconveniente: muy pocos de esos examinadores van a incorporarse a dicha plantilla antes de que acabe el año, y apenas servirán para cubrir las bajas por jubilación que se produzcan a lo largo del presente ejercicio».
 
También se quejó el director general, en la citada comparecencia, del bajo índice de aprobados a la primera en los exámenes de conducir. José Miguel Báez considera que «una parte muy importante de la culpa la tiene el desbarajuste ocasionado por el retraso en las pruebas de circulación (agravado por la huelga), que entorpece la enseñanza y desconcierta e irrita a los alumnos».
 

«La DGT tiene un modo muy fácil de lograr que aumente el índice de aprobados a la primera: haga que la enseñanza de la conducción sea obligatoria. Ya verá cómo los alumnos acuden a los exámenes mejor preparados».

 

Más de 10.000 firmas

Hoy, la Confederación comenzó a entregar en el Registro del Defensor del Pueblo más de 10.000 firmas de aspirantes a conductores de toda España, que no han podido examinarse pese a haber abonado la correspondiente tasa.