Mantenimiento de invierno para tu vehículo

Mantenimiento de invierno para tu vehículo
Para evitar que esta época del año te pase factura, conviene recordar algunos puntos de revisión que debes tener en cuenta para proteger tu coche en invierno. 
 

1.- Revisa la batería y si es necesario, cámbiala. 

Con los cambios bruscos de temperatura, especialmente con el frío, la vida de la batería puede verse afectada. Más aún, con los consumidores eléctricos que montan muchos vehículos actuales, que prácticamente no dejan de demandar energía en ningún momento. Es por ello que hay que revisar durante el invierno el estado de carga de la batería de nuestro coche con la ayuda de un polímero. 


2.- Comprueba los niveles de líquidos del coche: refrigerante, aceite, lavaparabrisas y frenos.
 
Realiza estas mediciones con el motor frío y en terreno llano para comprobar bien el nivel. 

El líquido refrigerante tiene que estar entre las marcas de máximo y mínimo, igual que ocurre con el nivel de líquidos de frenos. Si tienes que rellenar el líquido refrigerante, hazlo siempre con el motor en frío. 
 
Para medir el nivel de aceite, extrae la varilla, límpiala con un trapo y ensártala de nuevo en su orificio. Al extraerla de nuevo verás por donde está llegando el aceite entre las marcas de máximo y mínimo. Si debes añadir aceite, abre el tapón y echa aceite lubricante del tipo que le corresponde a tu motor. 
 
En cuanto al líquido limpiaparabrisas, echa el líquido en su depósito correspondiente hasta que llegue al cuello antes del tapón.

 
3.- Examina los limpiaparabrisas 

Unas escobillas de limpiaparabrisas que no limpian el cristal, que hacen un ruido exagerado en mojado o que dejan cerco por donde pasan son unas escobillas que están pidiendo la jubilación a gritos. Si además presentan rotura en las lamas de goma, olvídate y comprar unas nuevas. Fíjate en como están montadas, antes de hacer el cambio y evita su uso en seco o con el cristal cubierto de hielo. 

Tienes más consejos sobre el mantenimiento de los limpiaparabrisas en este enlace. 
 

 4.- Inspecciona los neumáticos  

Revisar los neumáticos en invierno es vital para garantizar la adherencia del vehículo al asfalto y para evitar, en lo posible, pérdidas de control debido a un mal estado de las cubiertas. Controla en frío la presión de inflado, verifica que la profundidad del dibujo o escultura de la banda de rodadura no sea inferior a 3 milímetros (un valor de seguridad muy superior a los mínimos 1,6 milímetros exigibles por ley) y supervisa que la goma no presenta cortes o deformaciones. 

Si en cualquier época del año la revisión de los neumáticos es fundamental, en invierno cobra una mayor importancia, debido a la mayor exigencia de esfuerzo a la que están sometidos en carretera. 

Si vives en zonas frías o en las que el invierno viene acompañado de forma habitual de hielo y nieve en las carreteras, usar neumáticos de invierno puede ser una buena opción. 

Si no es el caso de tu zona porque las temperaturas no son tan bajas por lo general, pero igualmente vives en un lugar donde existe riesgo de nevadas aunque sea de forma esporádica considera comprar unas cadenas y aprende a montarlas de forma anticipada, sobre suelo seco y en buenas condiciones de tiempo, siguiendo las indicaciones del fabricante. En el peor de los casos, se pasarán el invierno metidas en el maletero, pero siempre estarán a punto si fueran necesarias.


5.- Revisa el sistema de alumbrado 

En cuanto al uso del alumbrado en invierno, es crucial que esté en perfectas condiciones.

Puedes conocer el tipo de alumbrado más conveniente en este enlace


6.- Comprueba el sistema de frenado

Observa la zona del depósito del líquido de frenos, así como los conductos que salen de él. Si el material está reseco, esto puede ser indicativo de que es necesario cambiarlos. Si ves líquido por debajo o en la zona de las ruedas, es posible que tu coche esté perdiendo líquido de frenos. 
Tanto las pastillas como los discos de los frenos sufren desgaste con el uso. Analiza ese desgaste con la ayuda de una linterna, prestando atención a la superficie de los discos, y aprovecha para verificar que no existen desperfectos o suciedad excesiva en ellos. En caso de duda, o si notas frenadasirregulares o tactos extraños al presionar el pedal, acude al taller para que realicen una revisión completa del sistema.


7.- Revisa el botiquín y los accesorios de invierno

Revisa que tienes a bordo del vehículo un rascador de hielo para el parabrisas, guantes de goma, linterna y pilas de repuesto o una linterna de dinamo, manta térmica, agua y algún alimento energético, cadenas y una pequeña pala para retirar nieve.

Asegúrate de que tu botiquín para coche incluye todo lo necesario para las primeras curas en caso de heridas superficiales o contusiones:  gasas esterilizadas, vendas elásticas, guantes, alcohol y agua oxigenada, tijeras, imperdibles, esparadrapo, algodón y apósitos, árnica o gel antiinflamatorio, etc…


8.- Protege tu vehículo si éste queda a la intemperie en las horas de bajas temperaturas

Si no lo vas a mover en mucho tiempo, estudia la posibilidad de comprar una funda protectora. Si permanece en la calle durante la noche, recuerda lavarlo con frecuencia para eliminar restos de hielo y escarcha de su superficie y cualquier depósito de sal que haya quedado adherido a la carrocería y a los neumáticos. Separa los parabrisas del cristal con un pequeño cartón para que no arañen la superficie de cristal de la luna.

Más consejos de mantenimiento del vehículo aquí.